TU WEB NO ES UN PRODUCTO, ES UN SERVICIO.
- scaubet77
- 13 may 2021
- 2 Min. de lectura
Lo primero que hay que entender es que la página we

b de un negocio no es una tarjeta de visita. ¿Recuerdas que has hecho con la última tarjeta de visita que te han dado? Probablemente esté en la basura o encerrada en algún cajón del escritorio. Con mucha suerte habrás introducido los datos en un CRM y así puedas guardar ese proveedor para encontrarlo cuando lo necesites. Pues con tu página web puede pasar más o menos lo mismo. Lo más probable es que el que llegue a ella no sea porque te conoce a ti, si no porque busca una solución a su problema. Y si lo has hecho suficientemente bien, está navegando por tu web esperando a que le convenzas de que tu producto puede solucionar sus necesidades.
Lo primero es tener información. Sí, el Big Data del que tanto se habla, también está disponible para tu negocio. Conocer la cantidad de personas que visitan tu web, de dónde vienen, qué buscan y cuánto tiempo pasan en ella es tremendamente importante. La señora María de la Mercería de al lado, puede decirte cuánta gente entra en su tienda, qué es lo que suelen pedir, cuántos clientes repiten y entran varias veces al mes. La señora Maria es la versión analógica de Analytics. Cuando tienes los datos es cuando puedes interpretarlos bien y tomar decisiones estratégicas adecuadas.
Si dejas de pensar que una vez te han realizado la web ya se ha acabado el trabajo, empezarás a entender que la web es como la cimentación de un edificio. Cuanto más alto quieras construir el edificio, más potente debe ser la cimentación en la que se sostente. La parte buena es que la web puedes ir agrandándola a medida que vas haciendo crecer tu rascacielos. Una vez tienes creado el sitio web de tu negocio debes dejarlo crecer y para crecer debes asumir que irá evolucionando. Modificándose, cambiando y mejorando constantemente para optimizar el servicio que te ofrece.
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